El sinfónico Tom Jobim

Por cierto el 8 de diciembre de 1994 quedara para siempre tristemente marcada en la História de la Música Popular Brasileira, pues en ella se desencarnava el mayor compositor brasileiro de nuestro tiempo: Antônio Carlos Brasileiro de Almeida Jobim. La repercusión en la prensa hablada y escrita fue muy grande, no sólo en Brasil, tambiém en el exterior.

Pero un hecho me dejo curioso. Casi todas los reportajes hablaban apenas de la contribución de Tom Jobim como uno de los artífices de la Bossa Nova y su fecunda asociación con Vinícius de Moraes. Raras fueron las referencias a la magnitud de su obra. Lo que pocos saben es que Tom compuso dos bellas sinfonias sobre las cuales trataremos seguidamente . Corria el año 1954 y la ciudad de Rio de Janeiro, entonces capital de la República, respiraba poesia por todos lados, haciendo justicia al título de Maravillosa.

Tom Jobim, contando apenas 27 años, ya era un artista de cierto reconocimiento en los medios musicales, cuando fue procurado por Billy Blanco, ingeniero y compositor paraense radicado en Rio de Janeiro, para juntos componer una sinfonía en homenaje a la Ciudad Maravillosa. El proyecto fue continuado y a mediados de aquel año la obra estaba totalmente lista. Nacía así la Sinfonía do Rio de Janeiro. Trabajo pretensioso para un joven músico, la pieza estructuralmente está dividida en 11 movimientos, a saber: A montanha, Hino ao sol, O mar, Arpoador, Coisas do dia, Descendo o morro, Matei-me no trabalho, Noites do Rio, O morro, O samba de amanhã e Zona Sul.

Una obra prima de buen gusto, la sinfonía fue llevada al disco aun en ese año de 1954 por la grabadora Continental, siendo interpretada en las partes cantadas por Dick Farney, Gilberto Milfont, Elizete Cardoso e Emilinha Borba, quedando la orquestación a cargo de Radamés Gnattali. Apesar de su belleza, la grabación del punto de vista comercial fue um fracaso, habiendo el disco vendido muy poco, constituyéndose hoy en una rareza discográfica, mismo porque su tirada fue de apenas 1.000 ejemplares. A Continental insistiría en el projecto y seis años después, en 1960, lanzaria nuevamente la Sinfonía do Rio de Janeiro, aún sobre la dirección musical de Radamés Gnattali, pero con las participaciones de Risadinha, Ted Moreno, Luelly Figueiró, Nelly Martins, Albertinho Fortuna, Maysa, Jamelão y Os Cariocas, alcanzando entonces el suceso comercial merecido.

Rio de Janeiro no fue la única ciudad en recibir un homenaje sinfônico de Tom Jobim. A mediados de 1960, el entonces presidente da República, Juscelino Kubitschek de Oliveira, invito a Vinícius de Moraes y Tom Jobim para juntos componer una obra en homenaje a Brasília. Entretanto los artistas viajaron al Planalto Central y quedaron hospedados en Catetinho, un pequeño predio de madera erguido en la época de la construcción de la ciudad para servir de sede provisória del gobierno. El poeta y el maestro se quedaron 10 dias, tiempo suficiente para concluír Brasília, Sinfonia da Alvorada, pieza de rara belleza, constituída de 5 movimientos: O planalto deserto, O homem, A chegada dos candangos, O trabalho y a construção e o Coral. la presentación de la Sinfonía de Brasília, nombre por la cual la pieza fue mas conocida,se realizó en noviembre de 1960, en la plaza de los Tres Poderes, en un bellísimo espectáculo de sonido y luz. En 1961, fue llevada al disco, en la Colúmbia con orquesta y coro, regencia de Tom Jobim y texto narrado por Vinícius de Moraes.

En 1966, se produjo su última presentación, por la TV-Excelsior de São Paulo. Pocos fueron los artistas brasileiros que tan bien supieron desarrollar un trabajo que remita tanto al erudito como al popular, confundiendonos en sus diversos aspectos harmónicos y melódicos, en una soberbia demostración de virtuosismo e imaginación creativa tan brasileira. Antônio Carlos Jobim por cierto es el mayor de ellos, pero con parte de su obra a ser rescatada. No dejemos que sea recordado apenas como el creador de Garota de Ipanema, pues su universo musical va mucho mas allá. Y aqui va un reclamo, hasta hoy las dos piezas mencionadas en este texto aún no han sido relanzadas en CD, lo que demuestra una indiferencia muy grande en relación a la obra de nuestro gran maestro, y tambiém a la memória de la música brasileira.


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